(Acordes de Nunca es nunca — Siddartha)
Se esfumó
Se me esfumó un poema.
Se fue con viento fresco,
evanescente, apenas sin dejar rastro.
Sólo un escalofrío húmedo
como un ente del otro lado
que te sopla a la oreja
y te clava ojos invisibles
y te lee sin palabras
la espina dorsal,
la corriente sanguínea,
los sueños, el metatarso,
los secretos menores y mayores,
el hueso sacro,
las ideas, las penas, las alergias,
hasta el centro de la médula
y la memoria y sus fallos.
No lo noté entonces.
Pero abrí la ventana,
miré a lo lejos,
ordené los cojines del cuarto,
encendí un incienso
y me quedé pensando
que algo había volado.
La temperatura bajó levemente.
Me dí cuenta con un tenue soplo
que dejó un nudo
hueco en mi garganta.
(Estela Aguilar y su hambre de letras)