DESPERTAR
Esta mañana me levanté echándote de menos. Hacía tiempo que no me ocurría así que saqué la cabeza por la ventana para ver si zambulléndola en la ciudad se me pasaba.Duró, como otras veces, lo que duran los ecos del recuerdo en mi cabeza y después volviste a desaparecer, a esconderte en ese agujero oscuro que llevo dentro en el que habitan los seres a los que no puedo decirles: te echo de menos.
Hasta que ocurrió eso, la taza de café, las noticias de la mañana y la lista de asuntos para el nuevo hoy te fueron arrancando de mi presente, cerrando una puerta que, tú, intentaste abrir aún un par de veces más, con cualquier excusa que yo no llegué a vislumbrar antes de que te fueras sin previo aviso; así que de nuevo no tuve tiempo de decirte adiós.
No obstante ha sido un placer volver a compartir un sueño contigo, no dejes de venir a verme siempre que me apetezca.
(Manmen Muñoz Dávila)
