LA VERTICALIDAD DEL BESO
Los estudiosos dicen
que nuestra mano abandonó la tierra
para avistar mejor al enemigo,
que mi sombra se irguió como defensa
frente al diente o la garra salvaje.Están equivocados.
La verticalidad propone el beso,
invita al ensamblaje de la carne
y entrega nuestras manos al abrazo.(Jesús Montiel, Placer adámico, 2012)
