Guión de cámara
Disolvencia y plano detalle que se acerca con el zoom al cigarro encendido, y sigue su movimiento ascendente hasta descubrir unos labios.
Se abre lentamente el objetivo y el rostro del que espera (un tipo mediocre, con una barba de tres días que le da un aspecto envejecido y descuidado). El rostro se relaja en el dibujo del humo al que ahora sigue la cámara con un plano picado hacia arriba hasta que se disuelve en su viaje azul y amarillo.
Es un día espléndido, la cámara registra el calor en los destellos de un sol redondo y pleno sobre los cristales de los edificios. Y después de girar alrededor, en una panorámica rápida que presagia novedades en la trama, vuelve al plano corto de su rostro que achica los ojos, como mirando lejos, y esboza una sonrisa pícara.
Plano contra plano, el coche se acerca calle arriba y el hombre relaja los ojos y suaviza la sonrisa hasta parecer adolescente. Una «steady» se asoma a la ventanilla del coche que aparca y sigue a la chica mientras coloca un quitasol en el parabrisas, cierra la puerta y cruza la calle mirando a todas partes pero con los ojos puestos en un único sitio. El plano medio siguiente, recoge el saludo frío que se profesan en mitad del mediodía de la noche americana.
Cambia el plano a vista de pájaro, para seguirlos con un travelling por la acera que los lleva a la puerta de la casa. Baja la grúa con la cámara hasta entrar en la cerradura al mismo tiempo que la llave y fundirse en negro.
Despierta la imagen dejándose mecer por el movimiento de las piernas, soplando con el aire que mueve la falda negra. Plano de conjunto cuando llegan a otra puerta que se cierra sobre el silencio de otro plano medio.
A partir de aquí, cuando entran, la secuencia se construye sobre un plano subjetivo, que se acerca al rincón en el que ella reposa la espalda. Se acerca la cámara y aparecen en plano dos manos que le acarician la cara y la acercan hasta un primerísimo plano de ojos entornados y boca entreabierta. Y, después, fundido en negro sobre sus labios.
Después de la elipsis, él aparece en una esquina de la panorámica de la ciudad que le va barriendo a distancia. Disolvencia y plano detalle que se acerca con el zoom al cigarro encendido, que deja el humo congelado en el aire, como si la historia estuviese esperando el momento de continuar…
«>(La vida es insomnio, noviembre, 2012)
Cita
La vida se viste de chandal
y el silencio de mis pies fríos
es un niño asustado que atraviesa las puertas
y se esconde dentro del sofá.Un niño que mira todas las cosas
con el asombro de la primera huida,
tropezando en las esquinas con las voces
de aquellos fantasmas difíciles
que se inventa habitando las ruinas.Sólo los perros saben romper una tarde
cuando aun está sin planchar
del mismo modo que un temblor de teléfono
puede irrumpir con la voz de una mujer desconocida
sobre la lámpara azul del salón adormecido.La oscuridad se pliega ante la exacta geometría
de una escalera que siempre está inquieta,
las paredes aturullan el camino de los suspiros
y un ruido de fondo de platos sucios
desploma el mundo sobre un papel.Entonces un hueco del estómago
arranca el chandal y me extirpa
del amor a las chimeneas encendidas
y, desafiando lo inhóspito de noviembre,
esos zapatos en los que consigo meterme
me llevan pisando con fuerza prestada
hacia el otro lado del mundo.Atrás siempre queda una palabra
que no debería hacerse esperar.(La vida es insomnio, noviembre, 2012)