Relatividad

Supongo que espacio.

Porque, ahora que las preguntas
no se crean ni se destruyen,
sino que se transforman,
y la espuma del atlántico se filtra
en los finales de cada frase,
cada minuto sostiene en el aire
una revolución pendiente de analíticas.

Porque acaba llegando la zozobra,
cuando soñar consiste
en traicionar y traicionarse al mismo tiempo,
y cada cepillo que barre
es una invitación velada
a pagar las cuentas y calcular de memoria
el modo de volver a una casa vacía.

Porque entre bromas y veras y bares
es más fácil esconderse del miedo,
porque esperar es un antro decadente
del que ni siquiera nos salva
la liturgia del amoniaco.

Supongo que espacio es la respuesta
cuando el tiempo es tan tóxico
que quema en los relojes al respirarlo.
Supongo que espacio es la respuesta.

Y, mientras respondo, animo poemas
con los litros de vodka que me corresponden
por llegar siempre muy tarde a todo, a todos
y a sus preguntas relativas.

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